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sábado, 12 de agosto de 2017

PERSISTENCIA CAPITULO 22

CAPITULO 22
PERSISTENCIA

También les dijo: Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes,  porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle”;  y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: “No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte nada.”  Os digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Lucas 11: 5-9
HAY tres personajes principales en estos versículos, y encontramos dos amigos mencionados.
El primer amigo es el estado deseado de conciencia.
El segundo amigo es el deseo buscando ser completado.
El tercero simboliza la totalidad, la terminación.
Los panes simbolizan la sustancia.
La puerta cerrada simboliza los sentidos que separan lo visto de lo invisible.
Los hijos acostados significan las ideas que están dormidas.
La incapacidad de poder levantarse significa que el estado deseado de conciencia no puede levantarse hacia ti, tú debes levantarte hacia él.
La Importunidad significa persistencia demandante; algo así como un descarado atrevimiento.
Pedid, buscad, llamad, significan asumir la conciencia de tener ya lo que tú deseas.
Por lo tanto, las escrituras te dicen que debes persistir en elevarte hacia (asumir) la conciencia de tu deseo ya cumplido. La promesa es definitiva en que si eres descarado en tu atrevimiento de asumir que ya eres aquello que tus sentidos niegan, te será dado – tu deseo será obtenido.
La Biblia enseña la necesidad de persistir en muchas de sus historias. Cuando Jacob busco la bendición del Ángel contra el que luchó, él dijo:
No te soltaré si no me bendices. [Génesis 32:26]
Cuando la Sunamita busco la ayuda de Elíseo ella dijo:
Tan cierto como vive el Señor y tan cierto como vive tu alma, que no me apartaré de ti. Entonces él se levantó y la siguió. [2 Reyes 4:30]
La misma idea es expresada en otro pasaje:
Jesús les contó a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse.  Les dijo: «Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios ni consideración de nadie. En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: “Hágame usted justicia contra mi adversario.” Durante algún tiempo él se negó, pero por fin concluyó: “Aunque no temo a Dios ni tengo consideración de nadie,  como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible.” »
Lucas 18: 1-5
La verdad básica detrás de cada una de estas historias es que el deseo florece desde la conciencia de haberlo ya obtenido y que la persistencia en mantener la conciencia del deseo ya cumplido resulta en su cumplimiento.
No es suficiente con sentirte en el estado de la plegaria respondida; tú debes persistir en ese estado.
Esa es la razón del mandato.
El hombre debe orar siempre sin desanimarse [Lucas 18:1]
 Aquí, orar significa dar gracias por ya tener aquello que deseas.
Solo la persistencia en la asunción del deseo cumplido puede causar esos cambios sutiles en tu mente que resultan en el cambio deseado en tu vida. No importa si son “Ángeles”, “Eliseo”, o “jueces reacios”; todos deben responder acorde a tu asunción persistente.
Cuando otra gente en tu mundo pareciera tener una actitud desagradable hacia contigo, no es resultado de la actitud reacia de su parte, sino una falta de persistencia en tu asunción de que tu vida ya es como tú quieres que sea.
Para que tu asunción tenga efecto, no puede ser un solo acto aislado, debe ser una actitud mantenida del deseo cumplido.
[Y esa actitud mantenida que te lleva a eso, a pensar desde tu deseo cumplido en vez de pensar sobre tu deseo, es ayudada al asumir el sentimiento del deseo cumplido frecuentemente. Es la frecuencia, y no la duración de tiempo, lo que lo hace natural. Aquello a lo que tu constantemente vuelves constituye tu verdadero ser. Ocupación frecuente del sentimiento del deseo cumplido es el secreto del éxito.]

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