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sábado, 12 de agosto de 2017

LIBRE ALBERDRIO CAPITULO 21


CAPITULO 21
LIBRE ALBERDRIO

LA PREGUNTA que suele hacerse es “¿Qué debo hacer entre la asunción del deseo cumplido y su realización?”
Nada. Es un delirio que, además de asumir el sentimiento del deseo cumplido, puedas hacer algo para ayudar a la realización de tu deseo.
Tú crees que puedes hacer algo, tú quieres hacer algo; pero realmente no puedes hacer nada. La ilusión del libre albedrío para hacer, es nada más que ignorancia de la ley de asunción sobre la cual toda acción está basada.
Todo sucede automáticamente.
Todo lo que te sucede, todo lo que es hecho por ti – sucede.
Tus asunciones, conscientes o inconscientes, dirigen todo pensamiento y acción hacia su cumplimiento.
Para entender la ley de asunción, para convencerte de su verdad, significa tener que deshacerse de todas las ilusiones sobre libre albedrío de actuar. Libre albedrío en realidad significa seleccionar la idea que deseas.
Al asumir la idea como que ya es un hecho, se convierte en realidad. Más allá de eso, el libre albedrío termina, y todo sucede en armonía con el concepto asumido.
Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía… porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del Padre que me envió.  [Juan 5:30]
En este versículo, el Padre obviamente se refiere a Dios. En un capitulo anterior, Dios es definido como YO SOY.
Ya que la creación está terminada, el Padre nunca está en una posición de decir “Yo seré”. En otras palabras, todo existe, y la infinita conciencia YO SOY  puede hablar solo en presente.
No se haga mi voluntad, sino la tuya. [Lucas 22:42]
“yo seré” es una confesión de “yo no soy”. La voluntad del Padre es siempre “YO SOY”.
Hasta que no te des cuenta que TU eres el Padre (solo hay un solo YO SOY, y tu infinito ser es YO SOY), tu voluntad siempre será “yo seré”.
En la ley de asunción, tu conciencia de ser es la voluntad del Padre. El mero deseo sin esta conciencia es “mi voluntad”. Este gran versículo, tan mal entendido, es una perfecta declaración de la ley de asunción.
Es imposible hacer algo. Tú debes ser, para poder hacer.
Si tuvieras un concepto diferente sobre ti mismo, todo sería diferente.
Tú eres lo que eres, entonces todo es como es.
Los eventos que tú observas son determinados por el concepto que tienes de ti mismo.
Si tú cambias el concepto de ti mismo, los eventos que vendrán son alterados, pero, al alterarlos, forman otra vez una secuencia determinista empezando desde el momento en que tu concepto ha cambiado. Tú eres un ser con poderes de intervención que te permite, por un cambio de conciencia, alterar el curso de los eventos observados – de hecho, cambiar tu futuro.
Niega la evidencia de los sentidos, y asume el sentimiento de tu deseo cumplido.
Puesto que tu asunción es creativa y forma una atmosfera, si tu asunción es una noble, aumenta tu seguridad y te ayuda a alcanzar un nivel más alto de ser.
Si, por otro lado, tu asunción es una desagradable, te entorpece y te lleva velozmente a la decadencia. Así como las asunciones agradables crean una atmosfera armoniosa, así los sentimientos duros y amargos crean una atmosfera dura y amargada.
Todo lo que es puro, justo, amoroso, honorable, medita en estas cosas. [Aprox. Filipenses 4:8]
Esto significa que debes hacer de tus asunciones, los conceptos más altos, nobles y felices. No hay mejor momento que comenzar ahora. El momento presente es el más oportuno en el cual eliminar todas las asunciones desagradables y concentrarse solo en lo bueno.
Así como para ti mismo, clama para otros su Herencia Divina.
Ve solo su bienestar, y el bien en ellos. Elévalos al máximo en confianza y seguridad propia por tu sincera asunción del bienestar de ellos, y tú serás su profeta y sanador, porque el inevitable cumplimiento llegará a todas las asunciones sostenidas.
Tú ganas por asunción aquello que jamás podrás ganar por fuerza.
Una asunción es un cierto movimiento de conciencia. Este movimiento, como todo movimiento, ejercita una influencia en la sustancia que lo rodea causando que tome la forma, el eco, y refleje la asunción. Un cambio de fortuna es una nueva dirección y perspectiva, meramente un cambio y reorganización de la misma sustancia mental – la conciencia.
Si quieres cambiar tu vida, debes empezar por la fuente misma, tu concepto básico de ti mismo.
El cambio externo, ser parte de organizaciones, de cuerpos políticos, de cuerpos religiosos, no es suficiente. La causa va más allá. El cambio esencial debe cambiar en ti mismo, en tu concepto de ti mismo.
Debes asumir que ya eres lo que quieres ser y permanecer ahí, ya que la realidad de tu asunción es completamente independiente de los hechos objetivos, y se vestirá de carne si tú persistes en el sentimiento del deseo cumplido.
Cuando sabes que las asunciones, si se persiste en ellas, se materializan en hechos, entonces los eventos que para el no iniciado parecen ser meros accidentes, tú los entenderás como los efectos lógicos e inevitables de tus asunciones.
Lo importante a tener en cuenta es que tú tienes infinito libre albedrío en elegir tus asunciones, pero no tienes poder para determinar las condiciones y eventos.
Tú no puedes crear nada, pero tus asunciones determinan que porciones de la creación vas a experimentar.

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